jueves, 18 de diciembre de 2014

Bernini (Howard Hibbard)


Sant`Andrea al Quirinale es la culminación lógica  de los principios que Bernini había estado desarrollando durante décadas y que tan brillantemente iluminó la Capilla Cornano. La ampliación de sus objetivos hasta incluir la arquitectura no quiere decir que esta capilla pueda ser considerada como un eslabón fruto de su anterior evolución arquitectónica. Tampoco puede compararse Sant`Andrea al Quirinale con obras puramente arquitectónicas, como las iglesias contemporáneas de Borromini. Bernini no trabajaba como un arquitecto tradicional, sino que empleaba sus recursos arquitectónicos con objetivos específicos: la arquitectura no habría de discutirse conforme a criterios estrictamente formales más que la ornamentación; una y otra desarrollan su papel dentro de un conjunto teórico global. Al igual que su escultura, la arquitectura de Bernini está fundamentada en una concepción del arte más amplia que la existente con anterioridad. El propio Bernini valoraba esta iglesia por encima de todas sus obras de este género. Un día Doménico Bernini se dirigió a la iglesia para orar, encontrando a su padre en un extremo de la misma, contemplando el pequeño interior con evidente satisfacción. Doménico le preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí, solo y en silencio?" Bernini respondió: "Hijo, siento una especial satisfacción en el fondo de mi corazón por esta particular pieza de arquitectura, y vengo aquí con frecuencia para olvidarme de mis obligaciones y encontrar consuelo en mi obra". Doménico encontró algo nuevo en esa actitud, ya que su padre nunca había dado muestras de estar satisfecho con ninguna de sus obras, "puesto que las consideraba a todas de una belleza muy inferior a la Belleza que conocía y que había imaginado en su mente".

Howard Hibbard. Bernini. Xairat Ediciones, 1982.

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